Hace
unos días tuve una conversación, que por motivos ajenos mi voluntad fue muy
breve, pero por breve no menos interesante, y quizás por breve fue muy intensa.
Resulta
que la madre de un amigo se encuentra desde hace un tiempo viviendo o
sobreviviendo a un cáncer. El hijo sufre mucho por ver a su madre cómo ha
decidido encarar la vida. Ella, que lucha contra el cáncer, y sufre mucho por
ello, se plantea la vida por etapas.
Su
vida la bebe a poquitos. Por ejemplo, si uno de sus hijos se va a graduar, ella
se plantea la fecha de la graduación como una meta a conseguir; y una vez
superada…..da un bajón. Entonces sus seres queridos le ofrecen otro nuevo
incentivo para seguir adelante… y ella, duramente, sigue luchando y luchando….
Este
amigo me transmitía el deseo de que su madre viviera de otra manera. Anhela que
su madre sea más libre, que sea menos dolorosa su existencia, y sea capaz de
vivir con menos sufrimiento.
Es
cierto que como todo en la vida, los enfermos de cáncer pasamos por etapas. Yo
recuerdo como los primeros meses, los viví por “etapas” también. El diagnóstico
de cáncer, de un plumazo, te acorta la vida. El pensamiento, y sobre todo los
sentimientos, se llenan de dudas: veré la Primera Comunión de mi hija pequeña?
Iré de vacaciones el verano próximo? Viviré la época universitaria de mi hijo? Tengo
una hermana que vive fuera de España, cómo estaré cuando la vuelva a ver?....
Así,
a plazos, empecé a vivir mi vida de cancerosa.
Y, madre mía!!! Era agotador!! Qué cansado era!! Después de unos meses de vivir
con esta extenuante tensión me di cuenta que no podía seguir así. Llegué a la
conclusión de que vivir de este modo me restaba días…No era saludable ese
estilo de afrontar la vida. Ni siquiera apoyada por la excusa de ser una
enferma. Y fue entonces cuando dio un giro mi manera de seguir; fue a raíz de
una etapa no cumplida del modo que yo había previsto, cuando decidí quitarme el
peso de ese estilo de continuar, y decidí, libre, consciente y voluntariamente,
vivir. Sólo eso: VIVIR.
Si
con el diagnóstico de cáncer, el médico te hace el regalo de enseñarte a
disfrutar aún más de la vida, de las personas y de las cosas que te van pasando,
somos los mismos pacientes los que nos imponemos cómo continuar viviendo.
Aunque es cierto que hay casos concretos que no escogen cómo vivir, simplemente
se dejan llevar y sobreviven.
Yo
digo que hay cosas en la vida que no se
pueden elegir, que lo único que podemos hacer es “decidir cómo vivirlas”.
Es
muy difícil enfrentarse a un diagnóstico de cáncer, no obstante aún lo es más
seguir viviendo después. Sin embargo es aún más complejo para los familiares y
amigos entender cómo el enfermo ha decidido vivir, que en muchas ocasiones ni
siquiera tiene la opción de elegir, es la única manera de la que se ve capaz de
continuar caminando. La dificultad aumenta cuando el familiar tiene que apoyar
un estilo de vida que no comparte, en ocasiones sin entender que el enfermo no
sabe vivir de otra manera y lo único que
desea es que le acompañen en su caminar diario.
Yo
elegí continuar siendo feliz, porque ya lo era. Elegí disfrutar muchísimo todo
lo que me pasara, que aunque antes ya disfrutaba, ahora intento hacerlo
multiplicado por diez. Elegí no luchar contra el cáncer , si no aprender a
vivir con él. Y decidí VIVIR. El cáncer te roba muchas cosas, planes, deseos,
proyectos y utopías, por eso no le puedo dejar que me robe VIDA. Esta es mi
decisión personal, que no significa que sea la mejor, pero lo que tengo claro
es que es la mejor para mí, y para este momento.
Hay
personas que escogen otro modo diferente de vivir. Y todos, todos!!, enfermos y
sanos, necesitamos sentir la aprobación de nuestra opción de vida por parte de
nuestros seres queridos. Y ésta es otra de las “píldoras” que los familiares de
los enfermos de cáncer tienen que tomarse, y sin agua… Entiendo que es muy
amarga, pero ahí llega una nueva demostración de amor: respeto y apoyo. Esa es
la dura tarea que le toca al familiar.
El
enfermo tiene que continuar viviendo y el familiar tiene que seguir ahí, a su
lado. En mi opinión el cometido del familiar es el más duro. ¡¡¡Enhorabuena a
los familiares que no desfallecéis!!!
¡Felicidades
Amigo! Lo estás haciendo de maravilla; como no podía ser de otra manera: estás
con tu madre. Sin descanso ni tregua, ahí estás tú, con ella. Eres todo un
ejemplo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario