Hace
casi tres meses fui de visita a una casa. Acudimos Paloma (aecc) y yo.
Encontramos
una gran familia viviendo unos momentos muy difíciles. Se respiraba un
cansancio emocional tremendo, un desasosiego por no saber qué rumbo seguir, una
claridad en las prioridades estremecedora, un amor que movía, que mueve, a
todos y que traspasa lo racional.
Paloma
y yo intentábamos transmitir calma antes las decisiones a tomar, queríamos que
ellos descubriesen que de su unión nacía su fuerza y su seguridad. Fuimos
testigos privilegiados de cómo el entorno familiar había aparcado sus
circunstancias para dar respuesta a las de ella.
Era
una familia que giraba en torno a una madre enferma, una esposa enferma, una
tía enferma….una gran familia volcada en las necesidades de una paciente de
cáncer, que atravesaba un bache a superar. Cómo así lo hizo.
Recuerdo
salir hacia mi casa con el corazón orgulloso por haber compartido un rato con
una familia que se querían tanto y se respetaban tanto que nadie quería tomar
decisiones que hiriesen a los demás. Una familia agradecida porque fuésemos a
verles; y donde ese encuentro a ellos les había servido de gran ayuda, aunque
solo fuese por sentirse escuchados o porque nosotras les servimos de excusa
para escucharse entre ellos. Era 31 de diciembre.
Hoy
he asistido a uno de los funerales más emotivos que he visto, donde se ha
cantado (literal) al amor, a un Dios de vivos. Se respiraba un ambiente de amor
y ternura espectacular.
Hoy
veía los ojos de los familiares y escuchaba sus palabras, y reconocía en ellas
momentos ya vividos. Cuando ver como acaba el sufrimiento de un ser querido es
más reconfortante que seguir disfrutando de su presencia….Pero ese sentimiento
termina desapareciendo, y florece la pena de no tener a esa persona cerca.
Si
ayer y hoy han sido días muy duros, y otros muchos que ya quedaron atrás, aún
están por llegar esos donde tendrán que hacer frente a la tristeza. En esos
días estoy segura que el recuerdo y la fuerza de esa madre, de esa esposa, de
esa suegra, de esa tía, será su bastón de apoyo para seguir caminando.
¡¡Animo!! Ella
os está acompañando. Seguro